Cuando miras hacia el escenario al que te gustaría llegar, hay muchos pasos que dar, cosas que hacer, que simplemente se trata de hacer. Más allá de organizarte y ponerte a ello, no entrañan una dificultad especial. Sabes hacerlo y puedes hacerlo.
Pero en ese camino, hay algo, tiene una forma para ti, en mi camino tendría otra forma, que es lo que te hace contener la respiración. Eso que no sabes por dónde agarrar, que no sabes cómo gestionar, que no sabes cómo hacerlo. Es eso que en último término, te impide hacer todo eso que sí sabes y puedes hacer.
¿Qué es y cómo sientes eso que te obstaculiza el avance hacia ese escenario futuro deseado? ¿Eso que no te permite avanzar?
¿Te ha venido algo a la cabeza? ¿Has identificado alguna cosa? Puede ser algo concreto a hacer, algo que superar, algo emocional, algo relacional,….
Muchas y muy variadas suelen ser las respuestas a esta pregunta que le tengo tanto cariño, porque ha sido el comienzo de muchas y muy interesantes conversaciones. Porque cuando se lo lanzo a las personas con las que trabajo, antes de terminar ya hay un cambio de mirada, un cambio de expresión… y las respuestas suelen ser muy de verdad. Es la puerta a un espacio íntimo, a un espacio del que raramente hablamos… pero que esconde un mundo rico y lleno de posibilidades.

No voy a hablar de las repuestas que me dan (eso queda para nosotros), pero sí de algunas de las reflexiones y aprendizajes a las que llego tras muchas conversaciones, muchas personas, muchas situaciones en las que esta pregunta ha tenido su momento.
- El simple hecho de permitirnos hablar de ello, compartirlo con alguien, ayuda a quitar una gran parte de la presión que esa situación ejerce sobre nosotros
- Hablar de ello en voz alta me permite escuchar mis propios pensamientos desordenados, y no son pocas las veces que el simple hecho de oírnos decir lo que rumiaba en nuestra cabeza en algo nos lleva a darnos cuenta del orden que debiera tener, de algo que falta,..
- Es importante ver la foto completa. Hay algo que nos bloquea… pero hay otras muchas cosas para las que sí nos sentimos capacitados. ¡Qué importante es cultivar una mirada apreciativa sin ser complacientes! Rara vez es todo o nada, cuando nos bloqueamos estamos centrados en la carencia, y hemos hecho de la carencia el TODO. Ajustemos las gafas y ampliemos la mirada.
- Hablarlo con alguien permite que esa persona me de un feedback (cuidado, no todo el mundo sabe hacerlo) sin juicio y con un objetivo: darte luz sobre eso que estás hablando
- Cuando dos personas son capaces de poner encima de la mesa áreas diferentes que sobre esa situación tienen, aumentamos automáticamente el nivel de comprensión y/o de opciones de los que abordarlo
- Hablarlo con alguien que genuinamente nos quiere ayudar, significa que no nos va a dejar hacernos trampas en el solitario y desviarnos del tema: es incómodo, pero la incomodidad se va cuando coges el toro por los cuernos y asumes la responsabilidad de hacer algo al respecto. Mucho o poco, pero aquello que SI está en tus manos. Sin excusas, sin quejarse. Con responsabilidad
- Ayudar a alguien es saber que a veces necesita estar incómodo, para en el medio plazo estar bien. Lo que nos apetece y lo que necesitamos rara vez son lo mismo 😊
- Cuanto más necesitamos ayuda, menos capacidad tenemos de pedirla. Cuanto más bloquedos, más queremos alejarnos de lo que nos bloquea, bien sea distrayéndonos con otro tema, bien sea “metiéndonos debajo de las mantas hasta que sintamos que pasa la tormenta”
- Precisamente porque cuanto más bloqueados más nos cuesta pedir ayuda, en el entorno es importante que cuando apreciemos señales (aunque nos parezcan tímidos, puede ser que esa persona esté haciendo en ese momento un gran esfuerzo) estemos receptivos a escuchar, querer entender, a conversar. Evidentemente, tras escuchar, conversar,… podemos compartir o no el punto de vista planteado, pero seguro que estaremos en disposición de entendernos mejor, de ayudar a la otra persona a ver otros puntos de vista.

- Cuando algo nos bloquea, tratemos de comernos la tarta a bocados. ¿Cuál es el primer paso que puede ayudar a avanzar y que sientes que puedes abordar en este momento? A veces es más de lo que pensabas, otras es un pequeñísimo paso… pero puedo tener un enorme valor, en tanto en cuento es el que te ayuda a movilizarte, a salir del bloqueo, a avanzar en esa dirección. A veces, al culminar ese pequeño paso vislumbras un camino, una ventana de luz que desde donde estabas no había forma de ver.
- Aunque a veces tenemos la fantasía de que otro haga lo que a nosotros tanto nos cuesta, que simplemente eso que nos incomoda desaparezca por una alineación mágica de los astros,… la verdad es que no funciona así. Nos toca, el cambio debemos iniciarlo nosotros. Eso es asumir la responsabilidad, eso es hacer lo que hay que hacer… aunque no sea fácil.
Espero que te haya sido de utilidad, y si en la pregunta inicial has descubierto algo que crees que te vendría bien trabajar, te invito a que me escribas y lo hablamos. Tal vez puede ser tu aliada en ese proceso.
