OAZ Coaching para el cambio | Liderazgo y equipos

Ayudo a personas y equipos a parar, reflexionar y tomar decisiones en entornos complejos para avanzar hacia el futuro deseado | Liderazgo, equipos y transformación cultural de pymes | Donostia, Gipuzkoa, País Vasco y Navarra

menu

  • HOME
  • SERVICIOS
    • SOLUCIONES
      • DESARROLLO LIDERAZGO Y EQUIPOS
      • ESPACIOS DE CONFIANZA, PARTICIPACIÓN Y CORRESPONSABILIDAD
      • ALCANZAR OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
    • PROCESOS
      • Personas que crecen: Coaching ejecutivo y profesional
      • Equipos que suman: Coaching de equipos
      • Consultoría y coaching empresarial
      • Formación para profesionales
    • CLIENTES
  • OAZ
    • OAZ: Olaia Agirre Zabaleku
    • LIBROS
    • ENTREVISTAS
  • BLOG OAZ
  • HABLAMOS?

Momentos potencial

19 julio, 2015 by Olaia Agirre Leave a Comment

Hay momentos en los que te sientes reconectado contigo misma y te sientes de alguna manera, parte de algo mayor. Momentos de fluidez que te conectan con la energía creativa y con tu propio potencial.

Momentos… porque son destellos de lucidez que te llegan como impactos más o menos intensos…

Hay quien busca esos momentos a través de la meditación, hay quien lo hace a través de alguna actividad que le hace sentir ese estado de bienestar, y hay quien lo hace buscando el contacto con la naturaleza…  Cada maestrillo tiene su librillo… y todos son igualmente válidos.

Yo hoy simplemente me he permitido regalarme un momento de felicidad, uno de esos #pequeñosgrandesmomentos, que sin haber sido del todo premeditado (ha surgido más como un impulso), me ha permitido un momento de conexión a través del contacto con la belleza, la armonía y el equilibrio.

Y es que aprovechando que me he despertado con lo primeros rayos del día («las calles casi no estaban todavía puestas»), mi familia dormía plácidamente y un rayo de sol me ha guiñado el ojo, he aprovechado para escaparme hacia la playa de Ondarrreta, y disfrutar del espectáculo que la naturaleza nos regala cada día…  Un festival de imágenes, sonidos de pájaros y olas, olor a mar, y destellos de luz que animaban a RESPIRAR. Respirar, abrirse, y dejar salir los suspiros que vamos acumulando…

 

Y es que el contacto con la belleza en nuestro entorno, ese equilibrio perfecto, delicado y al mismo tiempo rotundo que he podido apreciar, me ha ido llevando poco a poco a un estado de conexión con un lugar de mi interior. ¿Te acuerdas de esa sensación que te embarga? ¿La última vez que estabas disfrutando de la fluidez del momento? ¿Escuchaste lo que decía de ti?

Un lugar que está en equilibrio, un lugar que te habla de quién eres realmente, no de aquello con lo que te identificas… sino con tu auténtica esencia, que habla más de posibilidades, capacidades, de oportunidades… un lugar donde reside mi propio potencial.

Potencial como energía impulsora, creativa y posibilitante. Potencial, porque se puede desarrollar… o quedarse en ese estado.

Y es que todos tenemos en nuestra memoria más profunda, en nuestro interior, un recuerdo de lo que es la plenitud, y una conexión con este estado. Un estado que seguramente más que conocerlo, lo intuimos, por su sutileza, por su esencia fugaz, cual vuelo de mariposa que nos acaricia pero que no podemos agarrar y retenerlo, pues cuanto más lo intentamos, más se aleja.

Un estado que simplemente se disfruta cuando nos abandonamos a esa sensación, sin intentar entenderla, sin intentar analizarla,… simplemente viviéndola en ese mismo momento, en ese mismo instante que nos regala.

Momentos en los que nos sentimos conectados con la energía de la propia existencia, momentos fluidez o flow como lo llama Mihaly Csikszentmihalyi, que cuando los sentimos, nos sentimos conectados con nuestro auténtico potencial.

Un potencial que se muestra normalmente en forma de sensación, de intuición en nuestro interior… pero que en momentos puntuales se muestra con una rotundidad tal, que nos habla de su autenticidad.

Un potencial que es real, un potencial que está ahí en forma de semilla que puede dar sus frutos. Un potencial que es tan real, como real es la pequeñez que en algunos momentos sentimos. Y es que en lo que te concentras te conviertes. Y como decía Henry Ford, tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en los cierto.

Es un potencial que está en nosotros,

un potencial que en momentos en los que nuestro nivel energético es alto, en los que estamos lo suficientemente receptivos para escucharlo, se muestra a nosotros.

Un potencial que es real, un posible, un futurible. Un potencial que a veces juega al escondite, y es que cuando las nubes, en forma de miedos, inseguridades, dudas… se interponen ante ese sol que es nuestro potencial, a veces, incluso parece no estar, no existir,… pero ahí está.

Y es que cuando estamos en plena tormenta,

¿no sacamos acaso fuerzas y recursos que ni nos imaginábamos poder tener?

 

 

Y siendo tan real ese potencial, y tan escasos los momentos en los que lo sentimos con las alas extendidas, cultivar esos momentos debería ser para nosotros tan importante como el comer, el beber o el dormir. Y cultivarlos, y aprovechar esos momentos para anclarlos, aterrizarlos, tangibilizarlos de alguna manera… y ese estado, una vez cargados de energía y fuerza impulsora – creativa, reflexionar, y tal vez incluso escribir (las ideas se nos escapan…) sobre lo que sientes, la claridad con la que ves las cosas, … porque normalmente, las cosas por si mismas son sencillas… y en ese momento precisamente es con esa sencillez con lo que conectas, … pero cuando perdemos ese momento conexión,  nos empeñamos en complicarlas… ¡y liar la manta!!

Espero haberte contagiado un poco y te animes a encontrar esos momentos potencial…. para aprovechar esa energía creativa-impulsora de manera constructiva.

¿Quieres compartir con nosotros cómo consigues tu esos momentos, y qué es lo que reconoces en ti en esos momentos?


AHORA,  ¡DEPENDE DE TI!!

Filed Under: Coaching ejecutivo y de equipos, Desarrollo de habilidades, Desarrollo de personas y equipos Tagged With: conexión, desarrollo personal, encontrar tu potencial, energia, fluir, personas, potencial

Fluir o las experiencias que te impulsan

1 junio, 2015 by Olaia Agirre Leave a Comment

Te voy a pedir que pienses en la última vez en que te hayas sentido…

Estás totalmente concentrado en alguna actividad… ¡y lo que estás disfrutando!

Has perdido la noción del tiempo… y del mundo… ¡parece que nada más existe!

Estás ante un reto…complejo… ¡pero ves clarísimo qué es lo que tienes que hacer para seguir adelante, y claro que te sientes capaz de dar esos pasos!

En ese estado de concentración y claridad máxima… te sientes que todo tiene sentido… más allá de ti, de la tarea… como si fueras parte de algo mayor a ti mismo

Y lo que estás haciendo, ¡ya lo creo que vale la alegría de hacerlo!…No por lo que vas a conseguir, ni por el qué dirán… sino por la actividad en si misma.

¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas de la emoción, la sensación de pleno disfrute que te embargaba? Puede ser un momento relacionado con alguna actividad de ocio, alguna actividad en tu trabajo,… y seguramente estará relacionado con alguna habilidad personal que tengas.

Mihály Csíkszentmihályi,
Fuente: wikipedia Post originalmente publicado en el Blog de EITB de Inteligencia Emocional

 

Pues a ese estado en el que te sientes que lo que estás haciendo tiene todo el sentido del mundo, que implica ponerte a prueba pero en el que te sientes que estás aportando lo mejor de ti mismo, dando «un poquito más», convirtiéndose en un reto personal, y en el que estás experimentando el disfrute máximo,  Mihaly Csikszentmihalyi lo bautizó como «Fluir» o estado de flujo.

Un estado de fluidez que se asocia a esa “experiencia óptima”, que ha escapado a la ansiedad (demasiado complejo) y al aburrimiento (demasiado fácil), y que te ha permitido ordenar, con una claridad extraordinaria, el caos reinante en tu mente. Un estado que te lleva al disfrute y que te sirve como estímulo adecuado para buscar nuevos desafíos y hacer que tú crezcas como persona.

Tras más de doce años de estudios, en los que se han analizado personas y situaciones tan diversas como un estudiante en Asia, a un joven escalador en Norteamérica, a un ajedrecista soviético, a una abuela en las montañas de Los Alpes o a un director de empresa, se han encontrado en todos ellos, una serie de puntos que confluyen en situaciones que propician ese estado de fluidez.

1- Desafío que requiere de nuestras habilidades. Se trata del «más difícil todavía», un desafío que pone a prueba nuestras habilidades, que pide de nosotros un poquito más… lo suficiente para retarnos sin abrumarnos.  Gracias a ese «un poquito más», las actividades de flujo conducen al crecimiento y al descubrimiento.

2- Concentración y enfoque. Perdemos el límite entre nosotros mismos y la actividad, nos sentimos uno con nuestro entorno, con la actividad. En ese estado, nuestra mente discurre libre y armónicamente.

3- Metas claras. En ese estado, tenemos claro a dónde queremos llegar, o aunque no veamos la meta final, sí cuál es la siguiente etapa. La claridad en la percepción de esta meta se nos presenta como un motor que nos impulsa hacia ese «un poquito más».

4- Directa e inmediato feedback. Somos capaces de observar indicios de que lo que estamos haciendo va por buen camino, lo que nos ayuda en nuestro desarrollo.

5- No hay espacio para otras informaciones. En los momentos de flujo sólo existe ese momento, ese lugar, esa situación. Es como si desconectáramos de cualquier hecho ajeno, y nuestra mente se ordena para dar respuesta a esa situación.

6- Sentimiento de control personal sobre la situación o actividad. A pesar de que existen aspectos que dependen de nosotros y otros ajenos, en los estados de flujo tenemos la sensación subjetiva de poder controlar esa situación. Nos sentimos plenamente capaces.

7- Pérdida del sentimiento de autoconciencia. Nos olvidamos de nuestra propia personalidad, y como las demandas del “yo” consumen continuamente una elevada cantidad de energía, el liberarse de ellas, liberamos una gran energía que podemos dedicar a otros fines. Paradójicamente, cuando logramos olvidarnos de quién o de qué somos, podemos expandir aquello que somos, al emerger tras la experiencia vivida con más fuerza.

8- Distorsión del sentido del tiempo.  La dimensión objetiva del mundo externo se vuelve irrelevante, y la percepción subjetiva de la experiencia temporal se ve alterada, por lo que las horas nos parecen ¡minutos!
 .
 .
No se trata de actividades extraordinarias, sino experiencias subjetivamente agradables, que tienen relación con mis habilidades y capacidades. Se trata de lograr un propósito que trasciende de uno mismo, que tiene pleno sentido para mi en si mismo, y que implica autoretarme al requerir de mi «un poquito más», poniendo a prueba mis límites, pero encontrando en mis habilidades y capacidades la fuerza suficiente para superar el miedo y emplearlo como fuerza impulsora y motriz.

¿Qué tipo de situaciones son las que hacen que vuelen tus horas?

¿Haces algo para fomentarlas?

¿Quieres tener más momentos de fluidez?

¡TU DECIDES!!!!

Filed Under: Coaching ejecutivo y de equipos, Desarrollo de habilidades, Desarrollo de personas y equipos, Desarrollo organizativo: estrategia y su implementación, Liderazgo Tagged With: autosuperacion, flow, fluir, habilidades, Mihaly Csikszentmihalyi, proposito, reto personal, superar el yo, talento

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • RSS
  • Twitter

    Nombre (requerido)

    Correo electrónico (requerido)

    Asunto

    Mensaje

    captcha

    Recabamos tu nombre y email con el fin de poder contactar contigo para responder a tu consulta.
    Comprueba nuestra política de privacidad para obtener más información.

    • CONTACTO
    • AVISO LEGAL – POLITICA PRIVACIDAD- LEY COOKIES

    Copyright OAZ Coaching para el cambio © 2022