Un equipo es aquel conjunto de personas que son capaces de llegar más allá de lo que individualmente podrían llegar. Y realmente se empieza a formar cuando pasamos del yo, al nosotros.

Un paso que implica superar resistencias y miedos personales, superar esa sensación de vulnerabilidad, que implica el mojarte, el mostrarte, el exponerte de alguna manera… y construir un espacio común, un nosotros…para acoger nuevas posibilidades. Posibilidades que hablan de futuros que, seguramente, de manera individual difícilmente podríamos alcanzar.
Y ese proceso, ni es tan fácil de lograr, ni tampoco de mantener. Prueba de ellos los múltiplos grupos en los que las energías se pierden en los movimientos político-competitivos, para acaparar cuotas de poder por parte de unos en detrimento de otros, o aquellos en los que no se supera el primer nivel de discusión políticamente correcto, que lejos deja la posibilidad de llegar a resultados satisfactorios. ¿Te suenan?
Las personas tienen talento, y desean aportarlo, pero… y aquí viene la condición…

necesitan encontrar el contexto adecuadode seguridad y confianza.
Individualmente, necesito sentir seguridad, al saber que «no todo lo que diga podrá ser utilizado en mi contra», y confianza en que «realmente merece la pena mojarse porque en esa construcción puedo lograr cosas que individualmente no alcanzaría».
“Ni el más sabio de los hombres tiene la sabiduría de todos los hombres”
Aristóteles.
Como equipo, ayudamos a construir esa seguridad, entre todos, fijando objetivos comunes que tengan sentido para los participantes, tendiendo la mano a quien en un momento dado no encuentra «su espacio», y generamos confianza, actuando coherentemente, es decir, haciendo lo que decimos. Mojándonos.
Un trabajo de construcción que significa implicación y compromiso, así como niveles de consciencia sobre lo que ocurre «a primera vista … y a segunda». Un trabajo que un facilitador o coach puede ayudar a construir.
Porque la participación real, de calidad, de los que realmente construyen y suman, sigue un proceso de construcción, que puede ser más o menos rápido…
- Y es que en un principio (cuando todavía no conozco al grupo y su funcionamiento), estamos tanteando el terreno. Todavía no hay ni confianza ni compromiso… como mucho predisposición… y mucha curiosidad. Observo, hago aportaciones pequeñas, vuelvo a observar… soy educado, quiero ver y entender las reglas de juego, ver otros también qué dicen y aportan… porque al principio, lo que pienso es en no desentonar, en no ponerme en situaciones incómodas de mayor vulnerabilidad que me hagan sentir vergüenza o pequeño.
- Pero ese sentimiento es colectivo, está ocurriendo de manera simultánea en cada uno de los participantes en su fuero interno, aunque cada uno lo gestiona de manera diferente. Todos están tanteando el terreno, y están decidiendo si dar o no ese paso adelante. ¿Qué implica? ¿En qué posición me pone?
Dar espacio, tiempo, pero también recoger, ayudar a enfocarnos en las cuestiones que nos ayudarán a acercarnos a nuestro objetivo, superar esas resistencias aportando seguridad aclarando límites, entorno, consecuencias…
- Algunos se arrancan y toman la voz cantante… y otros, se guardan su opinión. Las personas de carácter y seguras de si mismas pueden intimidar a sus compañeros, todavía no hay confianza para las voces discordantes…
Ayudar a que las aportaciones no se monopolicen, no silenciado a los que participan, sino invitando a escuchar otras voces. Que aportemos todos… ¿Alguna otra manera de ver la situación? ¿Aspectos que no se están teniendo en cuenta?…
- Para que realmente se escuche al coro de voces y visiones que ayuden a aportar una visión más completa… integrando las diferencias individuales que hacen al equipo más completo y fuerte. Porque cuando realmente nos damos cuenta de que esa diversidad nos hace mucho más fuerte como colectivo, es cuando realmente se empiezan a integrar las diferentes visiones y se crea eso que yo, desde mi esquinita, por muy bueno y talentoso que yo sea, no hubiese alcanzado ni a ver… ni a crear.
Aprender a ver a las personas desde su complementarias aportaciones de conocimientos, capacidades, roles,… escuchando, comunicándonos de manera adecuada, tomando decisiones que permiten avanzar,…
¿No te parece un camino fascinante y lleno de oportunidades?
Por último, aquí te dejo un pequeño video que muestra cómo los diferentes YO-es se convierten en un momento dado, en NOSOTROS. ¡Que lo disfrutes!
¿Cuál es tu caso? ¿Cuál es el nivel de participación y resultados que consigue tu equipo?
Pinchando AQUI el tipo de ayuda que te podemos aportar desde OAZ Coaching para el cambio.
¿Estás interesado en obtener mejores resultados de tu equipo?
Y si quieres conocer más sobre nuestro taller de GESTIÓN EFICAZ DE REUNIONES, donde entre otras muchas cosas trataremos este tipo de aspectos,… PINCHA AQUI
- Imagen:Glen Ligon – Give us a poem