¿Cuántas veces te has sentido capaz de hacer grandes cosas, y en el camino, te has ido desinflando por miedo a destacar, de no encajar, de las «críticas bienintencionadas»?
¿Has sentido que cuando has dado un paso adelante, «te han recordado/sugerido/recomendado» que lo pienses mejor? ¿Mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer?
¿No crees que tal vez su visión se encuentra encuadrada dentro de sus posibilidades/limitaciones y no de las tuyas?¿Crees que marcaría alguna diferencia para ti el aceptar tus capacidades/dones y permitieras a estos actuar?
Este hermoso poema de Marianne Williamson sirvió de inspiración a grandes como Nelson Mandela, y cada vez que lo escucho lo reconozco y me reconforta. Me gustaría compartirlo contigo como posible reflexión…
Nuestro temor más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos.
Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad, la que nos atemoriza.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres para no serlo?
Infravalorándote no ayudas al mundo.
No hay nada instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de ti.
Esta grandeza de espíritu no se encuentra sólo en algunos de nosotros; está en todos.
Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los demás permiso para hacer lo mismo.
Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros
Ahora te toca a ti, te toca mover ficha. ¿Qué es lo que llevas dentro y está esperando para poder brillar? Te sugiero que con cariño escuches esa vocecita que has ido ahogando, y escuches el susurro primero, para darle volumen y te inunde con su fuerza, pues esa es tu esencia.
Una cita para finalizar y reflexionar…
No te empequeñezcas para complacer a los enanos

Genial Olaia, Que real!, cuando por fin nos decidimos a actuar por nosotros mismos, a luchar por nuestros sueños, vamos saltando obstáculos y aprendemos a evitar las malas caras… Sin embargo, una mañana, es el espejo quien devuelve la cara malintencionada, quien te crees que eres para creer que vas a triunfar?.
Cuesta luchar contra ese "nosotros mismos" pero también se puede, y el famoso "porque yo lo valgo" del anuncio, ayudo a romper espejos…
Ojalá siempre luchemos por ser nosotros, por vivir nuestra vida a nuestra manera y con nuestros sueños… Sin importarnos nunca nuestra edad ni el que dirán (y el que decimos)
Un abrazo.
María.
Efectivamente María, tenemos que luchar por no contagiarnos tanto por las voces externas como por nuestros propios "fantasmas" internos, que cuando "bajas la guardia" están acechando… Voces internas que hablan de nuestros miedos, miedo a nuestra auténtica luz y capacidad, y que nos gritan eso de "tú, pero ¿quién te crees que eres?" y "mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer"… y hay que ser fuerte para volver a reconectar con esa otra vocecita que te dice que tú SI PUEDES, esa voz que viene de tu esencia, de tu identidad… y de todo tu potencial. Y efectivamente, más que necesario recordarnos que "PORQUE YO LO VALGO"!!! Feliz día y gracias por compartir tu sentir!!