He acompañado a numerosas personas, grandes personas y profesionales en sus procesos de cambio y desarrollo. Cada proceso de coaching es distinto, cada objetivo distinto, y el alcance y complejidad de los mismos también distinto.
Pero lo que sí tienen en común, es que más allá del objetivo o resultado final al que han alcanzado, todos ellos han desarrollado la capacidad de aprender a generar nuevas respuestas: han sido capaces de dar soluciones de una manera diferente a la que anteriormente habrían podido dar.
De esta manera, además de alcanzar el objetivo (logro importante), se han demostrado a ellos mismos su capacidad de superación llegando a ser el tipo de persona capaz de hacerlo posible.
Además, es una vía para aliviar la soledad que en algunos puestos se siente y compartir las inquietudes que a veces no encontramos con quién compartir. Inquietudes que muchas veces una vez compartidas son más fáciles de gestionar.
El espacio adecuado para poner orden en la cabeza y dar espacio a emociones contenidas.
Un espacio de seguridad y confianza.
¿En qué consiste un proceso de coaching profesional o ejecutivo?
Es un proceso que se desarrolla dentro de un marco de confianza y estricta confidencialidad.
A través del diálogo y la conversación indagativa y generativa (principal herramienta), iremos profundizando en:
- qué es lo que realmente quieres (a veces lo sabrás inicialmente, otras veces será difuso),
- en qué contexto estás,
- qué recursos tienes o puedes desarrollar, para apoyarte en ellos a la hora de tomar acción.
Reflexión, toma de decisiones y ¡acción!
Crearemos el programa que se adapte a la naturaleza de tu reto, así como a tu agenda agenda, y crearemos el espacio de reflexión, impulso y ayuda que necesites a lo largo del proceso.