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Desarrollo = aprender mientras hacemos

11 mayo, 2022 by Olaia Agirre Leave a Comment

Sería una maravilla contar con un manual de instrucciones para nuestro caso exacto, o tener las habilidades ya entrenadas y desarrolladas para cuando nos toca enfrentarnos a una situación compleja, una conversación en la que nos la jugamos, una toma de decisiones que implica cierto riesgo,… ¿No te parece?

Pero la realidad es que, aun contando con muchos recursos y herramientas a nuestras espaldas (la gente con la que trabajo tiene a sus espaldas mucha experiencia y conocimiento, y está curtida en mil y una batallas), los entornos exigentes, complejos y cambiantes en los que nos movemos hace imprescindible una habilidad:

aprender mientras hacemos

Porque el mundo no se para esperando a que estemos preparados, porque las situaciones toca afrontarlas, raramente se solucionan por arte de magia sólo con el paso del tiempo (más bien se deforman y originan otros problemas enquistando más la situación).

Los entornos exigentes, complejos y cambiantes en los que nos movemos hacen imprescindible una habilidad: aprender mientras hacemos

Así que, nos remangamos, tomamos el toro por los cuernos… y hacemos lo que nos toca hacer: seguir haciendo preparándonos para afrontar esas situaciones complejas:

  • Parándonos para clarificar: entender la situación, identificar las personas (o sistemas) que intervienen y las posiciones (intereses, necesidades, roles,…), y qué rol nos toca ejercer en esa situación.
  • Definiendo una meta para el proceso global y un objetivo para las siguientes actuaciones. Un foco claro nos ayuda a guiarnos incluso en los momentos en los que «las hojas no nos dejan ver el bosque» y a enfocar nuestra energía en lo importante.
  • Aclarando nuestra intención y motivaciones: por qué y para qué queremos (necesitamos) abordar esta situación, en qué me afecta, qué me juego,…
  • Recopilando la información necesaria, para lo cual tal vez necesitamos mantener algunas conversaciones, o apoyarnos en ciertas personas.
  • Tomando las decisiones que previamente dependen de nosotros o identificando las decisiones que en el proceso vamos a tener que abordar. Teniendo en cuenta lo que ya tenemos y lo que necesitamos para tomar esa decisión.
  • Buscando la mejor manera de abordarlo, contando con los recursos que ya tenemos y los que están en nuestro entorno. A veces aprendiendo o entrenando alguna habilidad clave (existen herramientas contrastadas que nos ayudan) para que las probabilidades de que esas interacciones, pasos,… lleguen a buen puerto aumenten.
  • Buscando el lugar interior, la mentalidad, la actitud, y la emoción más propicia para abordar ese paso

Es decir, preparar esos pasos (nos permite ganar claridad y seguridad, y normalmente efectividad) lo suficiente como para aun no teniéndolo atado, poder darlo con la suficiente confianza y seguridad. Pero darlo, teniendo en cuenta:

  • Que debemos dar el paso con la suficiente flexibilidad y cintura para adaptarnos (en el proceso) a lo que la situación va requiriendo (como si es dejar apartado lo que habíamos preparado… plan B, C,…)
  • Enfocándonos en lo que sí podemos hacer en cada situación: sea mucho, poco… o casi nada. Pero lo cierto es que a veces, el valor de esos micropasos es enorme, en tanto en cuanto nos ponen en la senda de posibilidades mayores que en el micropaso anterior no se veían.
  • Estando receptivos no a los comportamientos visibles (síntoma), sino a las necesidades reales que esconden.
  • Hacer visible lo invisible será un buen síntoma de que nos ponemos en la buena dirección, porque sólo así podremos gestionar o abordar las situaciones con calado e impacto, no sólo poniendo un parche en la superficie.
  • Y hacerlo, con la confianza de que, aun no teniendo todos los recursos que nos gustaría tener, sí que tenemos (porque ya lo hemos demostrado en el pasado y es parte intrínseca de toda persona) la posibilidad y la habilidad de seguir aprendiendo y desarrollándonos.

Y me lleva al siguiente punto: el aprendizaje y el desarrollo. Para que una situación (incluso de éxito) sea un aprendizaje y palanca de desarrollo, muchas veces no basta con hacerlo, necesita además:

Los entornos exigentes, complejos y cambiantes en los que nos movemos hacen imprescindible una habilidad: aprender mientras hacemos
  • ser analizado para tomar consciencia de lo que realmente ha pasado: qué ha pasado en mí, en nosotros y a nuestro alrededor, qué sí ha ayudado y qué ha sido un obstáculo (evitable) y superado (o no).
  • toca analizar cómo podríamos aplicarlo en un futuro, que nos creemos mi/nuestro propio kit de herramientas a punto para su uso. Un kit que incorpore los diferentes niveles: acción o procedimiento a poder seguir, la mentalidad y la emoción que debemos activar y mantener en el proceso (y cómo lo hemos hecho esta vez), las creencias y juicios que debemos mantener a raya o suspender, el lugar interior desde el que relacionarnos y/o actuar,….

Dos buenas noticias:

  • la primera, que en nuestras empresas, nuestros entornos de trabajo, estamos inmersos en entornos que son un gimnasio de lujo para el entrenamiento de competencias (conocimiento y habilidades en acción) y desarrollo personal y profesional.
  • y la segunda, que hay recursos y personas (como yo) que os ayudan a facilitar este proceso, acompañándoos, ayudándotos en la reflexión y toma de decisiones, entrenando y dotándoos de recursos que sabemos que funcionan y ayudan a superar muchas pruebas complicadas, adaptándolas a vuestra realidad actual. Una ayuda para aprender mientras hacemos.

Muchas empresas están ahora mismo inmersos en procesos de cambio y mejora, la situación lo exige, y sí, los profesionales (de manera individual, sobre todo si tienen personas a su cargo) o los equipos (mediante sesiones grupales) encuentran apoyo real, recursos prácticos para ir desarrollándose mientras están haciendo. Claridad e impulso para seguir haciendo kilómetros.

Hoy mismo, tras una sesión con una profesional (responsable de dos equipos en una empresa industrial), que tiene un reto importante, y que lo está haciendo muy bien, así me lo ha dicho:

«Estas sesiones me están ayudando a entender cómo desplegar y gestionar el cambio que quiero llevar a cabo en el área (actitudes individualistas, balones fuera, incidencias,….) con pasos claros y con herramientas efectivas. Estoy aprendiendo un montón y dentro de todo lo que tengo encima, la verdad es que me siento muy bien»

Porque así es, como pasa con las herramientas efectivas, cuando lo conoces piensas: ¿y cómo es que no lo hacía así antes?

Y es que de eso se trata, de analizar, tomar decisiones y diseñar actuaciones que me resuelva el reto que tengo hoy, mañana, la semana que viene en mi empresa (alineado con retos mayores), entrenar lo que necesito para abordarlo con la máxima efectividad posible, y mientras tanto, ver lo que aflora en mi (como aprendizaje sobre la forma de abordar las situaciones y sobre mi mismo -fortalezas, debilidades, miedos, seguridades e inseguridades, creencias,…) para dar un paso más en esa espiral de crecimiento y desarrollo que a través del aprender mientras hacemos conseguimos.

Eso es desarrollo, eso es avanzar como personas, profesionales, equipo y empresa.

Un proceso de descubrimiento del tipo de persona que puedo llegar a ser mientras lo estoy haciendo. Y sí, hay sorpresas muuuyyyy agradables en el camino.

Filed Under: Desarrollo de equipos, Desarrollo de personas y equipos, Desarrollo organizativo: estrategia y su implementación, Liderazgo Tagged With: aprender haciendo, coaching, desarrollo de habilidades, desarrollo organizativo, desarrollo profesional, entrenamiento profesional, gestion del cambio, learning by doing, liderazgo, mentoria, procesos de aprendizaje, talento

La trampa de las historias de héroes y villanos

24 marzo, 2022 by Olaia Agirre Leave a Comment

Nos encantan y vivimos contándonos historias de héroes y villanos. Hemos crecido en una cultura donde nos han contado que había buenos muy buenos y malos muy malos, aun sabiendo que casi nunca (por no decir nunca) hay blancos y negros en esta vida llena de matices y en la que transitamos más entre las gamas de grises que en el blanco puro o el negro más negro.

Omitimos que esa historia habrá sido contada por los vencedores y, por supuesto, su actuación no tiene tacha alguna. También puede ser una historia contada por el bueno que ha sido víctima del malvado opresor.

Héroes y villanos, buenos y malos, conmigo o contra mi. Historias que hablan de la polarización extrema, historias que hablan del pulso que existe entre dos partes. La historia de un pulso que… perdona, ¿de dónde venía todo esto? Y es que un acto más o menos importante, cual gota que colma el vaso, desencadena un sin fin de acontecimientos desproporcionados si valoramos la gota. El vuelo de la mariposa que provocó un huracán en la otra costa del océano pacífico.

Los acontecimientos más escalofriantes de la historia, los problemas que se enquistan a veces en las empresas, los conflictos que vivimos en nuestra vida,… cuando se analizan de dónde surgen, las posturas iniciales… te llevan a ver que la escalada es una suma de sinrazones, una suma de malos entendidos, de una suma de pasiones encontradas. ¿Había cero razones? No, claramente no, pero lejos de justificar el impacto y consecuencias generadas.

Porque las historias de héroes y villanos llevan a la polarización absoluta de un desencuentro que muchas veces tiene que ver con no haber dedicado tiempo suficiente a entender al otro, desde la curiosidad genuina y voluntad de buscar encuentros, puentes. Puntos de encuentro que si verdaderamente hubiéramos tratado de encontrarlos, nos hubiésemos dado cuenta que estaban mucho más cerca de lo que creíamos. Porque sí, igual teníamos una diferente forma de entender lo que había que hacer (conflicto de tarea o ideas), o cómo había que hacer (conflicto de proceso), pero nada remotamente y absolutamente nada insalvable.

Los conflictos de tarea y/o de proceso, están asociados a la tensión creativa y estrechamente vinculado con los procesos de mejora e innovación, en tanto en cuento rompen con el pensamiento grupal, permitiendo a las personas y los equipos indagar y tal vez encontrar, otros puntos de vista o maneras de hacer.

No obstante, es necesario que entre las personas o el equipo, tengan la capacidad de dialogar desde la apertura hacia la diversidad, para escuchar, considerar, debatir de manera constructiva sin tomarlo como amenaza,…. Es decir, debe existir respeto y apertura hacia el otro, así como una dosis de espíritu crítico tanto a las ideas propias como a la de los compañeros. No ser capaz de mantener conversaciones positivas, puede desembocar en un conflicto relacional, o hacer emerger alguno preexistente.

Los conflictos sociales o relacionales son siempre negativos para los equipos, y es necesario gestionarlos cuanto antes. Activan dinámicas de poder, influencia y dominación que suelen tener un coste personal importante.

Nada insalvable, dos posturas encontradas con intenciones genuinas (y tal vez hasta coincidentes o complementarias) que tal vez no acertaron con las formas, que no pusieron suficiente empeño, que sin darse cuenta les llevó a alejarse cada vez más. Y es que muchas veces lo convertimos en insalvable cuando la incapacidad de resolver de manera efectiva un conflicto de ideas o de proceso la trasladamos al conflicto de relación. Y en ese punto entramos a contarnos las historias de héroes y villanos.

Cuando la realidad y la historia (no el relato fácil, sino esa que hurga en las raíces) se ha encargado de mostrarnos una y otra vez que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos, que todos tenemos entre nuestro haber acciones buenas y no tan buenas, intenciones buenas bien articuladas, y buenas intenciones que no supimos aterrizarlas en las acciones correctas de la forma correcta. Es decir, que somos humanos, simples mortales con nuestras luces y nuestras sombras.

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. Aristoteles. Conflictos. La trampa de las historias de héroes y villanos. OAZ Coaching para el cambio

Dado que poco podemos hacer en los conflictos macro, pero todos tenemos la posibilidad de mejorar nuestro entorno más cercano, te propongo un simple ejercicio:

Piensa en cualquier situación polarizada, cualquier situación en la que te hayas visto inmerso en este tipo de historias de buenos y malos, y de la que cuentas una historia en la que eras el bueno buenísimo, con radical sinceridad (esto es sólo para ti), ¿realmente no hay nada antes, durante o después que consideras que podrías haber hecho de otra manera? ¿nada que si te pones en el lugar de la otra parte, pudiera haber dado lugar a error, o nada que pudiera haber ayudado a crear un puente, un entenderse mejor, un reducir distancias?

Yo claramente sí, veo muchas situaciones en las que a toro pasado (porque en el momento las emociones me llevaban a tener el 100% de la razón, por supuesto), me doy cuenta que podía haber hecho algo que no hice, que podría haber hecho algo que hice, de manera diferente, haber hecho más de algo que sí hice,…

Y sí, los otros también metieron la pata, pero yo también. Lo que hicieran los otros no quita que yo también podría haber hecho las cosas mejor.

Que tire la piedra el que se sienta libre de responsabilidad.

Porque esa es la palabra, responsabilidad. NUNCA es TODO responsabilidad de una sola parte, de una sola persona, de una circunstancia concreta. Me temo que SIEMPRE hay una responsabilidad compartida. No necesariamente al 50%, pero si considero que mi responsabilidad era 0 o cercana a 0, sería bueno que me lo hiciera mirar. Porque puede ser señal de alguna responsabilidad que no estoy queriendo asumir y estoy haciendo vejación de la misma.

Porque lo verdaderamente triste es que a pesar de que somos diferentes, pensamos, sentimos y hacemos de manera diferente, cuando dos personas, dos grupos, dos posturas se sientan para buscar (de verdad) entenderse mutuamente, las personas descubrimos que hay mucho más lo que nos une y nos «iguala» que lo que nos distancia y nos «deferencia».

Filed Under: Desarrollo de personas y equipos, Liderazgo Tagged With: buenos y malos, confianza, conflicto de proceso, conflicto de tarea, conflicto social, conflictos, conversaciones difíciles, herows y villanos, responsabilidad

¿Realidad o mi interpretación de la realidad?

20 febrero, 2022 by Olaia Agirre Leave a Comment

Hace unos días, en una sesión, una persona me decía: “nos pasamos toda la vida lidiando con nuestros traumas”.

Se nos presentan muchas situaciones en las que interpretamos y vivimos pasando por el filtro de nuestras experiencias. ¿Realidad o mi interpretación de la realidad?

En la vida, y también en los entornos profesionales donde la presión y la relación con personas no siempre elegidas nos ponen a prueba, se nos presentan muchas situaciones en las que interpretamos y vivimos pasando por el filtro de nuestras experiencias.

Pero aunque nuestra tendencia natural es hacer interpretaciones sesgadas, es importante que trabajemos conscientemente en la búsqueda de otras miradas, otras interpretaciones, otras opciones que nos ayudan a dar un tipo de respuesta diferente, que nos pueda llevar a un tipo de experiencias diferentes.

Algunas ideas que ayudan:

– aunque lo tomamos como algo personal, la mayoría de las veces no lo es

– la mayor parte de la gente (dejemos fuera esos que son pocos pero hacen mucho ruido… y daño) intenta hacer las cosas lo mejor que puede con lo que viene, con lo que sabe, con las opciones que ve en ese momento. Que lo consiga es otra cosa…

– aunque tratamos de ocultarlo, ¿puede ser que lo que haya motivado esa reacción de la otra persona sea también la vulnerabilidad-la inseguridad- el intento de protegerse?

– las emociones se contagian y sin consciencia, es muy probable que la vulnerabilidad de la otra persona conecte con la nuestra y reaccionemos desde allí, puro instinto de supervivencia

– con consciencia es posible romper el círculo vicioso

– ¿y si das el primer paso?

Espero que te ayude mi invitación a revisar algunas de las experiencias que vivimos. Si quieres guardar estas ideas pincha en la imagen y lo podrás descargarlo en pdf.

Se nos presentan muchas situaciones en las que interpretamos y vivimos pasando por el filtro de nuestras experiencias. ¿Realidad o mi interpretación de la realidad?

Te deseo una estupenda semana, y te lanzo la invitación a parar y pensar si otras miradas son posibles en esas situaciones que parecen costar, que parecen complicarse, que simplemente, no fluyen como debieran o nos gustaría.

Un abrazo,

Olaia Agirre

Filed Under: Coaching ejecutivo y de equipos, Liderazgo Tagged With: conflictos, conflictos interpersonales, interpretaciones subjetivas, sesgos cognitivos, sesgos emocionales, subjetividad, traumas

Eso que no te permite avanzar

10 febrero, 2022 by Olaia Agirre Leave a Comment

Cuando miras hacia el escenario al que te gustaría llegar, hay muchos pasos que dar, cosas que hacer, que simplemente se trata de hacer. Más allá de organizarte y ponerte a ello, no entrañan una dificultad especial. Sabes hacerlo y puedes hacerlo.

Pero en ese camino, hay algo, tiene una forma para ti, en mi camino tendría otra forma, que es lo que te hace contener la respiración. Eso que no sabes por dónde agarrar, que no sabes cómo gestionar, que no sabes cómo hacerlo. Es eso que en último término, te impide hacer todo eso que sí sabes y puedes hacer.

¿Qué es y cómo sientes eso que te obstaculiza el avance hacia ese escenario futuro deseado? ¿Eso que no te permite avanzar?

¿Te ha venido algo a la cabeza? ¿Has identificado alguna cosa? Puede ser algo concreto a hacer, algo que superar, algo emocional, algo relacional,….

Muchas y muy variadas suelen ser las respuestas a esta pregunta que le tengo tanto cariño, porque ha sido el comienzo de muchas y muy interesantes conversaciones. Porque cuando se lo lanzo a las personas con las que trabajo, antes de terminar ya hay un cambio de mirada, un cambio de expresión… y las respuestas suelen ser muy de verdad. Es la puerta a un espacio íntimo, a un espacio del que raramente hablamos… pero que esconde un mundo rico y lleno de posibilidades.

Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar, vale la pena, aunque te caigas.

Eso que no te permite avanzar

No voy a hablar de las repuestas que me dan (eso queda para nosotros), pero sí de algunas de las reflexiones y aprendizajes a las que llego tras muchas conversaciones, muchas personas, muchas situaciones en las que esta pregunta ha tenido su momento.

  • El simple hecho de permitirnos hablar de ello, compartirlo con alguien, ayuda a quitar una gran parte de la presión que esa situación ejerce sobre nosotros
  • Hablar de ello en voz alta me permite escuchar mis propios pensamientos desordenados, y no son pocas las veces que el simple hecho de oírnos decir lo que rumiaba en nuestra cabeza en algo nos lleva a darnos cuenta del orden que debiera tener, de algo que falta,..
  • Es importante ver la foto completa. Hay algo que nos bloquea… pero hay otras muchas cosas para las que sí nos sentimos capacitados. ¡Qué importante es cultivar una mirada apreciativa sin ser complacientes! Rara vez es todo o nada, cuando nos bloqueamos estamos centrados en la carencia, y hemos hecho de la carencia el TODO. Ajustemos las gafas y ampliemos la mirada.

  • Hablarlo con alguien permite que esa persona me de un feedback (cuidado, no todo el mundo sabe hacerlo) sin juicio y con un objetivo: darte luz sobre eso que estás hablando
  • Cuando dos personas son capaces de poner encima de la mesa áreas diferentes que sobre esa situación tienen, aumentamos automáticamente el nivel de comprensión y/o de opciones de los que abordarlo
  • Hablarlo con alguien que genuinamente nos quiere ayudar, significa que no nos va a dejar hacernos trampas en el solitario y desviarnos del tema: es incómodo, pero la incomodidad se va cuando coges el toro por los cuernos y asumes la responsabilidad de hacer algo al respecto. Mucho o poco, pero aquello que SI está en tus manos. Sin excusas, sin quejarse. Con responsabilidad
  • Ayudar a alguien es saber que a veces necesita estar incómodo, para en el medio plazo estar bien. Lo que nos apetece y lo que necesitamos rara vez son lo mismo 😊

  • Cuanto más necesitamos ayuda, menos capacidad tenemos de pedirla. Cuanto más bloquedos, más queremos alejarnos de lo que nos bloquea, bien sea distrayéndonos con otro tema, bien sea “metiéndonos debajo de las mantas hasta que sintamos que pasa la tormenta”
  • Precisamente porque cuanto más bloqueados más nos cuesta pedir ayuda, en el entorno es importante que cuando apreciemos señales (aunque nos parezcan tímidos, puede ser que esa persona esté haciendo en ese momento un gran esfuerzo) estemos receptivos a escuchar, querer entender, a conversar. Evidentemente, tras escuchar, conversar,… podemos compartir o no el punto de vista planteado, pero seguro que estaremos en disposición de entendernos mejor, de ayudar a la otra persona a ver otros puntos de vista.
Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquél que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo.

Eso que no te permite avanzar
  • Cuando algo nos bloquea, tratemos de comernos la tarta a bocados. ¿Cuál es el primer paso que puede ayudar a avanzar y que sientes que puedes abordar en este momento? A veces es más de lo que pensabas, otras es un pequeñísimo paso… pero puedo tener un enorme valor, en tanto en cuento es el que te ayuda a movilizarte, a salir del bloqueo, a avanzar en esa dirección. A veces, al culminar ese pequeño paso vislumbras un camino, una ventana de luz que desde donde estabas no había forma de ver.
  • Aunque a veces tenemos la fantasía de que otro haga lo que a nosotros tanto nos cuesta, que simplemente eso que nos incomoda desaparezca por una alineación mágica de los astros,… la verdad es que no funciona así. Nos toca, el cambio debemos iniciarlo nosotros. Eso es asumir la responsabilidad, eso es hacer lo que hay que hacer… aunque no sea fácil.

Espero que te haya sido de utilidad, y si en la pregunta inicial has descubierto algo que crees que te vendría bien trabajar, te invito a que me escribas y lo hablamos. Tal vez puede ser tu aliada en ese proceso.

Filed Under: Desarrollo de habilidades, Desarrollo de personas y equipos, Liderazgo Tagged With: avanzar, bloqueos, claridad, coraje, desarrollo organizativo, desarrollo personal, desarrollo profesional, inseguridad, inteligencia emocional, liderazgo, miedo, miedos, oaz coaching para el cambio, obstaculos, Olaia Agirre, valentia

Uso inteligente y efectivo de las reuniones

12 enero, 2022 by Olaia Agirre Leave a Comment

Uso inteligente y efectivo de las reuniones. Los equipos más efectivos suelen destacar por utilizar de forma muy inteligente las reuniones. Lejos de estar "todo el día reunidos", han desarrollado el arte de identificar cuándo, quiénes y para qué reunirse. Pero, sobre todo, han desarrollado la capacidad de sacar chispas al tiempo en el que están reunidos, a la oportunidad que supone que en el mismo espacio-tiempo tengamos reunidos conocimiento, capacidades y competencias diferentes y valiosas.

Los equipos más efectivos suelen destacar por utilizar de forma muy inteligente las reuniones. Lejos de estar «todo el día reunidos», han desarrollado el arte de identificar cuándo, quiénes y para qué reunirse. Pero, sobre todo, han desarrollado la capacidad de sacar chispas al tiempo en el que están reunidos, a la oportunidad que supone que en el mismo espacio-tiempo tengamos reunidos conocimiento, capacidades y competencias diferentes y valiosas.

Activan y ponen a trabajar el talento del equipo para lograr un impulso, un paso adelante que posteriormente permitirá a cada persona del equipo individualmente (o seguir trabajando conjuntamente pero de manera asíncrona) hacer kilómetros.

Pero sobre todo, saben (y cuidan) que la potencia de la reunión estará estrechamente relacionada con la potencia de las conversaciones que ese equipo es capaz de mantener y de la calidad de las interacciones que se dan entre los miembros mientras se mantienen esas conversaciones.

La conversación como fuente de conclusiones y toma de decisiones o la dimensión tangible

Para convocar una reunión, hemos identificado algún tema (agenda) que necesita un análisis complejo (miradas diferentes y complementarias) y se convoca a las personas que tienen conocimiento sobre el mismo para que aporten información y generar a partir de esta información, un debate constructivo que permita entender mejor el problema/oportunidad, tomar decisiones si procede, decidir siguientes pasos,…

Conclusiones y decisiones que posteriormente se llevarán a cabo con responsabilidad en la manera que en la propia reunión se haya decidido (reparto tareas).

¿Cómo deberíamos terminar la reunión?

✔️Con foco claro, ideas y motivación para llevarlos a la práctica y avanzar.
✔️ Sensación de que como equipo tenemos fuerza.

¡Sí, ha merecido la pena! El tiempo invertido (antes y durante) ha permitido desatascar, avanzar, tener ideas claras… es decir, el retorno de la inversión es claramente positiva.

¿Esto se logra «por ciencia infusa»? No, han construido hábitos efectivos hasta llegar a interiorizar aspectos claves como: el cuidado de los temas, mantener siempre objetivos y foco claro, una estructura de funcionamiento flexible pero eficaz que les ayuda, con procedimientos o herramientas para facilitar la toma de decisiones, la gestión de conflictos,…

En este post que escribí hace un tiempo, titulado «Necesitas menos pero mejores reuniones de trabajo» puedes encontrar algunas herramientas útiles para gestionar la estructura de la reunión.

La interacción social entre los miembros o la dimensión relacional

Pero si bien el punto anterior es el resultado tangible, hay otro elemento, el relacional, que es sobre el que se sustenta el anterior. Y es que mientras los miembros están conversando, ¡están pasando tantas cosas!

  • ¿Estamos presenciando una secuencia de monólogos o hay un diálogo-intercambio real?
  • ¿Cómo nos hablamos y tratamos? ¿El respeto mutuo y el lenguaje utilizado son correcto? ¿hemos activado la empatía y la practicamos activamente para tratar de entender el punto de vista y sentir del otro?
  • ¿Cómo gestionamos la diversidad de opiniones y maneras de ser, y el conflicto asociado al mismo? ¿Somos capaces de debatir enérgicamente puntos de vista e ideas (conflicto de tarea o procesos) pero con el máximo respeto a la persona (conflicto social)? ¿Nos sentimos libres para expresar nuestro punto de vista, opinión, perspectiva… aunque no sea la mayoritaria?¿Nos sentimos escuchados y respetados, aunque puede que no lo compartan?
  • ¿Somos creíbles y confiables, es decir, nuestras palabras están respaldadas por hechos o se las lleva el viento?
  • Cómo gestionamos los egos y/o el uso de la capacidad de influencia o el poder? ¿Cómo tomamos decisiones?
  • ¿Damos un rol o un lugar a cada miembro del equipo para que se sienta con capacidad de aportar y recibir? ¿Cómo distribuimos tareas y responsabilidades?
  • ¿Somos capaces de entender los cambios del entorno y/o de la carga de trabajo de los miembros del equipo en el tiempo y apoyarnos/redistribuir tareas y funciones para que entre todos podamos seguir avanzando?

Señales que vamos enviando, con nuestra forma de hablar, nuestro lenguaje no verbal, nuestros silencios, lo que hacemos y dejamos de hacer, nuestra actitud, nuestras emociones,…

Mensajes claros, en una frecuencia diferentes al que usan las palabras… una frecuencia que a nivel emocional llega incluso a una velocidad mayor al que lo hacen las palabras… que a veces también malinterpretamos… pero que generan reacción.

Mensajes que retan los niveles de confianza mutua, la consideración y aprecio (personal y/o profesional) mutuo, el reconocimiento, la sensación de potencia del equipo, el sentido de pertenencia…

Así, como si se tratara de un baile en el que vamos dando pequeños pasos para adelante y para atrás, hacen que nos sintamos acercarnos o alejarnos los unos de los otros.

Elementos que requieren de consciencia y cuidado. Son elementos vivos… y ya se sabe que quita y no pon…

Uso inteligente y efectivo de las reuniones. Los equipos más efectivos suelen destacar por utilizar de forma muy inteligente las reuniones. Lejos de estar "todo el día reunidos", han desarrollado el arte de identificar cuándo, quiénes y para qué reunirse. Pero, sobre todo, han desarrollado la capacidad de sacar chispas al tiempo en el que están reunidos, a la oportunidad que supone que en el mismo espacio-tiempo tengamos reunidos conocimiento, capacidades y competencias diferentes y valiosas.

¿Y cómo puedes ayudar a tu equipo a avanzar y mejorar resultados?

Preparándote, aprendiendo a leer las señales y entrenando la habilidad para ayudar a tu equipo a trabajar de manera más eficiente.

Si quieres puedo ayudarte a adquirir las herramientas y entrenar la habilidad necesaria para liderar reuniones eficaces, facilitar la colaboración efectiva entre los miembros de tu equipo.

O puedo apoyar a tu equipo acompañándoos en reuniones reales, donde mientras abordáis conversaciones complejas (esas que nos importan, porque nos afectan, porque en esas cualquier resultado no nos vale ni cualquier actitud nos es indiferente), aprendáis a incorporar herramientas que os ayuden a mantener mejores conversaciones, así como a incorporar pautas de funcionamiento que como equipo os resulte más efectiva.

Porque cada equipo es diferente, no hay receta que sirva para todo el mundo… pero hay recursos disponibles que nos pueden ayudar a acelerar el cambio posible, ese que nos ayuda a dar un paso adelante.

Filed Under: Desarrollo de equipos, Desarrollo de personas y equipos, Liderazgo Tagged With: afiliación, confianza, conversaciones, equipos de alto rendimiento, poder, relaciones interpersonales, resultados, reuniones, reuniones efectivas, roles, sentido de pertenencia, toma de decisiones

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