Las relaciones que tenemos con nosotros mismos y con los demás, tratan de CONFIANZA. La confianza es la puerta que abre un mundo de posibilidades, es el puente que se construye entre las personas, y que posibilita crear nuevas posibles realidades.
Según la wikipedia, y Laurence Cornu (La confianza en las relaciones pedagógicas),
La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de un otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo.
Porque confiar es creer que es posible, confiar es creer que no te van a fallar… o que no te vas a fallar a ti mismo… que estarán ahí cuando los necesiten… que serás capaz.
…Confías en un amigo cuando le cuentas tus cosas, porque crees «que todo lo que diga no será usado en mi contra»,
…confías en tu equipo porque conoces su valía y crees que están dispuestos a arrimar el hombro para sacar el proyecto adelante,
…confías en tu jefe, porque ves que es coherente entre lo que dice y hace, y te cuenta las cosas que necesitas para hacer bien tu trabajo, y lo que tiene repercusión sobre tu trabajo y tu futuro.
…el emprendedor se lanza con su proyecto porque confía en su capacidad de respuesta y en la bondad del valor de lo que ofrece.
…y confías en ti mismo a medida que te vas conociendo, y descubres tus capacidades y ves que eres capaz de dar respuesta, de responder adecuadamente ante las diferentes circunstancias.
![]() |
Confianza: frágil flor que hay que cuidar |
La confianza se va construyendo, y fortaleciendo a medida que nos vamos conociendo y vemos ciertos comportamientos de coherencia e integridad en la persona.
Pero para poder confiar, hay un primer acto que empieza en uno mismo, y es CONFIAR.
Vivir con esta «presunción de confiabilidad» por defecto a las personas, hace que nuestras relaciones tengan un potencial mucho mayor que si empezamos con desconfianza.
«Si se trata a una persona como lo que es, seguirá siendo como es, si se trata a una persona como puede y debe ser, llegará a ser lo que puede y debe ser»
Goethe
Cuando otorgas esa confiabilidad a una persona, estás abierto a conocerle y a que te conozca, aunque sea poco a poco, y se abona el terreno para que la relación pueda fluir a posibles puntos de encuentro, interés común, posible empatía… Es abonar la tierra donde la posible relación pueda crecer con fuerza y vitalidad.
Porque la confianza no va con una póliza de seguro ni con certificado de garantía. Supone «asumir el riesgo» de creer en la otra persona, supone depositar en manos de otra persona, de manera voluntaria, un área de control y asumir cierto grado de vulnerabilidad.
Y es precisamente esa sensación de vulnerabilidad la que a veces nos da miedo y juega en nuestra contra. Porque muchos (por no decir todos), hemos tenido episodios más o menos importantes en los que algo o alguien en el que confiábamos hemos sentido que «nos fallaban». Y esas heridas cuesta que cicatricen…
Y optamos por activar nuestros mecanismos de defensa y ponernos nuestra coraza… con diferentes disfraces.
Pero incluso en esos casos, ¿cuáles eran las expectativas que yo tenía respecto a la otra persona? ¿Realmente ha actuado «mal» o ha actuado de manera diferente a como yo esperaba/quería? No culpemos a las personas por decepcionarnos, ¡aceptemos que tal vez es nuestra responsabilidad al esperar demasiado de ellas!
Una gestión de las expectativas saludable, nos puede allanar el camino y evitar miedos y recelos a abrirnos y confiar… lo cual a su vez dificultaría que otros se abrieran y confiaran en nosotros… pero como casi todo en esta vida, es algo que se puede aprender y entrenar. Porque los beneficios de vivir confiando son infinitamente superiores que a vivir en la desconfianza y la soledad que ello implica.
Porque es posible aprender a confiar, y ser dignos de confianza, conociendo los elementos que inciden sobre la confianza, descubriendo cómo actuamos ante los demás (que muchas veces no somos conscientes de lo que hacemos, cómo lo hacemos y la repercusión que tienen) y actuando de la manera adecuada.
¿Que nos pueden fallar?
Por supuesto, al igual que lo podemos hacer nosotros…con o sin mala intención…la confianza es algo que se debe cultivar constantemente. Porque cuando se rompe, es muy costoso recomponerlo… y entra la desconfianza como un veneno que echa raíces rápidamente y boicotea las relaciones. Pero dejar de hacer por evitar posibles males inciertos e imaginados, a priori, es dejar de lado un mundo de potenciales experiencias enriquecedoras.
¿Realmente crees que merece la pena? ¿Hasta ese punto te dominan tus miedos? ¿Qué te estás perdiendo? ¡Tú decides!
Y si quieres recibir los nuevos post de este blog, cómodamente en tu mail:
– See more at: http://oazcoaching.blogspot.com.es/2014/05/que-cambie-el-otr.html#sthash.1mALZWzh.dpuf
Y si quieres recibir los nuevos post de este blog, cómodamente en tu mail:
Y si quieres recibir los nuevos post de este blog, cómodamente en tu mail:
– See more at: http://oazcoaching.blogspot.com.es/2014/05/que-cambie-el-otr.html#sthash.1mALZWzh.dpuf
It’s a plusreae to find someone who can identify the issues so clearly